Sueños de Piedra

Título: Sueños de Piedra

Editorial: Nocturna Ediciones

Autoras: Iria G Parente y Selene M Pascual

Precio: 16.50

Sinopsis: Érase una vez un reino muy, muy lejano donde un príncipe premió a un mago por ayudar a rescatar a una joven en apuros.
Encantador. Lástima que nada de esto sea verdad.
En realidad, el príncipe sueña con gloria y venganza; el mago, con que sus hechizos no sean siempre un desastre y la joven en apuros, con huir de un pasado que la atormenta... y del recuerdo del hombre al que ha matado. Érase una vez...

Opinión Personal:

¿Sabéis cuando os recomiendan tanto un libro que tenéis miedo de que os decepcione? Sí, de esto que os hablan súper bien de él, y luego lo lees con una expectativas tan altas... A mí me habían recomendado mucho este libro. Muchísimo. Mis expectativas estaban bien altas, así que iba con miedo, más aún porque lo mediaval no es lo que más me llama. ¿Pero sabéis qué? Que las han superado.

Sueños de piedra es la historia de Arthmael, Lynne y Hazan y sus aventuras por el Marabilia. Los tres no podrían ser más distintos los unos de otros. 

Por un lado Arthmael es un príncipe egocéntrico, de esos que van a las tabernas y que tiene demasiado gusto por las muchachas. Pero a consecuencia de una noticia que pondrá en juego lo que siempre creyó suyo, decide marcharse para intentar recuperarlo.

Lo que más desea Lynne es ser mercader. Huye de la prostitución, y del hombre que mato, pero el pasado no deja de perseguirla.

Hazan es un joven hechicero que no sabe controlar bien su magia, y aun así viaja por todo el continente para salvar a su hermana de una extraña enfermedad.

Desde el primer momento en que se cruzan, Arthmael se presenta como el niño mimado que es (y que dice unas cosas más machistas...) y al que Lynne no puede soportar. De todas formas viajan juntos porque Hazan (oh, mi pequeño y adorado Hazan), no tiene ningún sentido de la orientación, la magia no es su fuerte y necesita ayuda. Mientras que a Lynne le viene bien para poder salir de su país, Arthmael decide ayudar para que se corra la voz y así convertirse en un héroe de leyenda.

La historia se cuenta en primera persona, capítulos alternos de Arthmael y Lynne. Esto nos permite saber que piensan en cada momento, todo lo que sienten, no solo lo que muestran a los demás personajes, o lo que ellos creen ver. Llegas a conocerles casi demasiado bien, y yo empatizaba tanto con ellos que cuando lloraban yo lloraba también (y creedme cuando os digo que yo no suelo llorar con libros), me sentía furiosa junto a ellos, sentía su alegría y también sus sentimientos encontrados. Y lo más importante: nos dejan ver su evolución.

Este punto me ha encantado, porque no es una evolución rápida de esto que en un capítulo son los más horribles y al siguiente ni siquiera parecen la misma persona. Evolucionan y te das cuenta de ello, por que como cualquier persona, avanzan pero a veces retroceden para luego seguir avanzando. En un momento piensas que Arthmael está recapacitando cuando hace una tontería y solo te apetece darle una bofetada. Luego recapacita de verdad y te alegras por ello.

Además me encantan los valores que trasmite. Sinceramente, después de leer los hilos de Iria por twitterm estaba ansiosa por ver como los trasmitian. Como las mismas autoras dicen en los agradecimientos, Sueños de Piedra es una historia sobre sueños, sobre amor y lo que es en realidad, sobre la lucha de las mujeres, y todo ello lo consigue de una forma espectacular. 

Las aventuras que viven Arthmael, Lynne y Hazan son intrépidantes y emocionantes. Hay escenas tiernas, escenas donde ríes y donde lloras y también escenas muy crudas.

Lo único que me habría gustado un poco más, habría sido conocer mejor el mundo de Marabilia: sus costumbres, sus gentes...

En definitiva, Sueños de Piedra es una gran aventura, con grandes valores y personajes bien redondos y definidos que no os dejará indiferentes.